jueves, 5 de junio de 2008

Démosle verga a este mage…

Ahora que la lluvia impera y que el tiempo sobra, me tome la molestia de relatar este bochornooo... dice mi amigo el Jose.
Hace casi poco mas de un año, mientras me deleitaba en la ruta que conduce de la Calle Martí a la universidad de San Carlos de Guatemala, me sucedió algo muy común, para los guatemaltecos…
Un compadre con tremenda pinta se sube a la camioneta, se sienta a la par mía, yo naturalmente, me ahueve.
Fue cuando decidí, abrirme la chumpa a modo de que el camarada se percatara de que no llevaba nada. Aparte de esto me asegure de abrir mi maletín (que en ese entonces era uno que tiene un look, como de vendedor de Atalaya). El Compadre agarro la onda, se me queda viendo y me dice: “No te vayas a meter que voy a sacar mi goma”.
Se para y le quita el teléfono a una chica que confiadamente parlaba.
En ese momento como es de esperar la mara grita, pero sorpresa…
Otro compadre se levanta y le reclama que el se subió antes a asaltar ese bus…
“Que te pasa mage, agarra la onda, este bus es mió, dale el teléfono a la chava”.
Para ese momento, todos los pasajeros del bus, estaban encima del chofer, ahuevados y expectantes, yo simplemente decidí, quedarme sentado, fui el único que se quedo a ver en su asiento aquella lica…
Los cuates mientras discutían, se empezaban a dar de golpes, uno toma por el cuello al otro, lo doblega y se dirige a mi persona diciendo:
Démosle verga a este mage…
Obviamente no fui parte de aquel zafarrancho, que pudo comprometerme junto a ellos, el mage al ver su situación procedió a tirar el teléfono por la ventana… y los dos como locos bajaron tras aquel aparato…
Esta no es la única historia de buses para contar, tengo otra más audaz, pero como dijo Jesucristo, calma, aun no ha llegado mi momento….

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