miércoles, 25 de noviembre de 2009

Que quiere la vida

Ahhhh, que le hace falta a esta vida, mmmm mas bien que putas le hace falta a mi vida, después de todo creo que ya son menos los sueños por cumplir, tal vez yo soy el único pendejo que no tiene sueños ambiciosos, Sí pues, que culero don cerote, tratando de meterle la verga a la palabra ambición, ya pues, no me voy a putear tanto, lo que no tengo es deseo de mierdas materiales, no quiero ser exitoso, porque en esta vida hasta los narcos son exitosos, es exitoso ese pisadito que anda bien vestido y con pantalones la mera verga, aunque los compre en paca. Como dijo un cuate, puro burguesito de paca, lo que no sabe es que para el pobre la paca es la mera tos, porque en ella tiene la posibilidad de encontrar mierdas que ni con todo el dinero del mundo el caquero puede comprar, aunque cueste Q2.00
Tal vez yo soy el único pendejo que cree que no quiere nada material, bueno si de eso se trata hay mara que anda pendejeando porque es hippie, porque es pobre, porque va a la iglesia, tal vez yo soy el único cerote que supuestamente no quiere fijarse en nada pero en todo se fija.
Pero les cuento una cosa, ser cerote es de a huevo. Porque te convierte en un pelaverguista. Si uno de esos que diariamente deambula por las calles después del trabajo, o que no tiene trabajo, que ya vio como asaltan, matan, humillan, verguean, plomasean. Igual cualquiera puede ver esto o tiene la posibilidad de hacerlo.
Yo creo que a la vida le hace falta que nos dejemos de cuestionarnos, que dejemos lo material, que dejemos vivir a cada quien como quiera vivir… Eso es la vida.

Esta pensadita me la eche, en unos de esos espacios de tiempo en que no hay nada que hacer, y trate de no ofender a los ortograficomaniacos pasando el corrector de Word.

domingo, 18 de octubre de 2009

Lider Negativo

Ayer en conversación se me dijo que era un líder negativo, por el simple hecho de querer dejar un precedente dentro de mi escuela. Preguntar abiertamente sobre un escritorio a mis compañeros que pensaban de la situación. Si bien es cierto que me gusta ser una mejor persona (sin caer en los parámetros que la sociedad establece), he de decir que no soy mula, se cómo conducirme en la vida, los talegazos me han enseñado a saber cómo actuar, cuando proponer, y que se debe de hacer… No soy perfecto, también cometo mis muladas es parte de mi naturaleza como ser humano. Si me gusta ayudar es con el afán de hacerlo, y no de cobrar protagonismos. Simplemente soy de esa mara que le gusta estudiar cada situación y dejar de pensar en que los problemas o las situaciones se originaron desde que yo entre al aro ò me involucre. Si solicito dejar un precedente es porque he aprendido que es la mejor forma de proponer para el futuro, no para armar revuelo o problema.

Por lo tanto, para mí, y las personas que me rodean, desestimo cualquier actitud de liderazgo, y mucho menos un liderazgo negativo ó positivo, ya que esto depende de los ojos con los que se mire la situación. Ya es tiempo de que la humanidad deje de buscar líderes, gente a la cual seguir, puesto que esto va a originar que constantemente nos echemos verga. Es tiempo de prepararnos nosotros, de tratar de cambiar las cosas nosotros dispuestos a sacrificar el presente por un mejor futuro. Hay personas que dicen que la mejor manera de arreglar las cosas es proponer y estoy de a cuerdo, pero también hay que agregar que la mejor manera de arreglar las cosas es establecer un precedente que permita en el futuro, que los errores no se vuelvan a cometer.

Como conozco a mi gente se estará preguntando ¿Qué putas paso pues? Les cuento el hecho; Ya casi sobre la recta final del semestre, en la especialidad de mi carrera, se unieron a las dos secciones en una sola, por falta de presupuesto, esto causo un problema en una clase en especifico, ya que la daban dos distintas personas por sección, las cuales no tenían en común nada, pedagogía, practica, va con decir que como no comparten nada, se les proporciono libertad de cátedra, hay que recordar que existe un programa por clase, el cual por alguno de los dos catedráticos no fue respetado. Al momento de unir las dos secciones unas van por la derecha y otras por la izquierda, El catedrático que quedo en el ruedo por supuesto no tiene la culpa, ni nosotros tampoco (ya que soy parte de la sección afectada), pero según se yo, todo esto tiene un responsable, o por lo menos una entidad responsable, entiéndase, dirección, administración, junta directiva, honorable comité, como usted prefiera llamarle, actualmente se recargan en auditoria, pero quien es el que vela por qué auditoria funcione como debe. Dicen que es porque no pagamos a tiempo…

¿Acaso existe la posibilidad de que en la universidad más grande de Guatemala, se aventuren a echar a andar una carrera sin tener un capital para soportar retraso en pago?

Recuerdoles que la Escuela de Diseño Grafico en el programa de Licenciatura está amparada por un superávit, el cual inyecta de presupuesto, en proporción o igual forma que las extensiones departamentales.

Deje eso a un lado, el problema surge a raíz de que se actuó de buena fe y se dejo secciones de 25 a 30 alumnos, cuando apenas somos como 45, y que bien pudimos llevar desde un principio la clase juntos (lo cual fue planteado al principio del semestre por parte de los alumnos) y no se tomo en cuanta. Soy de los que creen que actualmente gozamos de una generación de profesionales en distintos campos, los cuales fueron formados en clases atiborradas de gente, de aquellas donde no entraba un alfiler, y no por eso salieron mal, no estoy en desacuerdo en que esto se debe solucionar, eso sí, se debe de hacer con cuidado y mesura para no afectar a nadie y después solo quedar en el intento.

lunes, 5 de octubre de 2009

Lada BA3 - Avocado Prime-


Aqui una creacion de mi camarada, amigo y compadre Diego Pellecer, muy Amable amigow...

miércoles, 17 de junio de 2009

A Sangre y Plomo

Marielos Monzón

Por si me faltaba algo para es-tar absolutamente convencida que detrás de las manifestaciones blancas hay un grupo de titiriteros, ahora no me cabe la menor duda. Seguramente hay quienes participan con el genuino deseo de pedir justicia y que cese la impunidad; sin embargo, sus organizadores y los “líderes” que dicen representarlos esconden intereses oscuros y muy concretos.
El sábado fui con mi familia a comer a un restaurante de la capital. A mitad de la comida entró en el salón Giovanni Fratti, de quien los medios dicen ser “uno de los organizadores” de las manifestaciones de la Plaza Italia. Fratti se sentó en una mesa justo detrás de la mía y empezó a alzar la voz, para que pudiéramos escuchar claramente lo que decía.
Al principio se refirió a la farsa montada por el Gobierno con la gripe A para no permitir que la gente acuda a las manifestaciones. “Esa casaca que metió el Gobierno con la gripe A”, “¿Dónde están los enfermos?, ¿Por qué no los enseñan? No había tantos casos y de repente aparecieron 80”, decía. Poco más tarde, los comentarios fueron subiendo de tono. “Vamos a cambiar este país a sangre y plomo”, “Vamos a revivir la mano blanca… pero no va a ser solo una mano, va a ser una cubeta”, “Vamos a revivir a Jaguar Justiciero”, refiriéndose a dos de los escuadrones de la muerte que torturaron, violaron, asesinaron, secuestraron y desaparecieron a mucha gente durante la guerra sucia. “Los de la Marroquín somos rojos, rojos, rojos”, dijo después, mientras hacía alusión a que habría que llevar siempre una pistola 45 en la cintura. Ante tanta barbaridad, optamos por no caer en la provocación, terminar tranquilamente de comer y pagar la cuenta. Cuando salíamos del salón, dijo alzando la voz: “Esa que es de la guerrilla”.
Por la gravedad de sus palabras y todo lo que éstas implican, decidí escribir esta columna y dejar constancia de lo que piensa y manifiesta en voz alta un “joven” que lidera las manifestaciones para pedir justicia y seguridad. ¿Cuál es la justicia que pretende Fratti, la que dizque aplicaron los escuadrones de la muerte que él quiere revivir? ¿A cuál seguridad se refiere, a la de las desapariciones ilegales y forzadas contra quienes piensan diferente? ¿Qué se puede esperar de gente liderada por semejante individuo que evoca lo peor de la guerra sucia y vocifera que a este país solo se le cambia a sangre y plomo?
En cualquier país del mundo que se precie de ser democrático, evocar el terrorismo y hacer apología del delito y del genocidio merece pena de cárcel. Aquí, quienes lo hacen permanentemente, incluso desde espacios en medios de comunicación, están acostumbrados a que no pase nada: amenazan, difaman, insultan, provocan, acusan y todo sigue igual, amparados en una malentendida libertad de expresión. Y eso es justamente lo que hizo el sábado pasado Giovanni Fratti. Flaco favor para quienes integran un movimiento que dice pedir “seguridad y justicia”. Grave error pensar que los gritos y las amenazas son suficientes para que alguien agache la cabeza y se calle.
Ya va siendo hora de que los demócratas guatemaltecos —sus representantes en el Parlamento, sus dirigentes sociales, culturales y políticos y las organizaciones progresistas— tomen la iniciativa de hacer frente unitariamente a esta ola de crispación en la que están instalados los sectores más reaccionarios del país. Las amenazas y ataques a la institucionalidad democrática, a la reforma fiscal y a las políticas de beneficio para los sectores marginados no son casualidad. Hay gente interesada —y mucho— en que Guatemala siga apareciendo en todos los récords de catástrofes y calamidades. A ellos les viene muy bien preservar el estado actual de las cosas

lunes, 15 de junio de 2009

De días y de huevas…


Erase una vez, una de esas huevas que nada podían parar, una de esas huevas que surgen de la cotidianidad de días de invierno

Si días de inviernos corrompidos por un calor agobiante

Sí, de esos días en los que ni la música de Cristian Castro hace felices a las secretarias.

De esos días en los que te dan ganas de ir en calzoncillo al trabajo pero eso si, te ahuevas porque de repente llueve y te lleva la gran puta.

Simplemente es uno de esos días en los que andas pariendo con tu sombrilla, aunque el sol te tope con su dedo pulgar a fuerza de temperatura.

Esos días donde no te provoca nada….

Donde el chofer de la camioneta te exige “la vara” porque le da hueva llevar sencillo, esos días en los que los éxitos de los 80 le valen verga y prefiere poner “Por la plata baila el Mono” de Wilfrido Vargas.

De esas huevas que ni el incesante sonido del regueton puede calmar, al movimiento de caderas sin demencia.

De esas huevas que ni una cerveza o un puro de marihuana calma, puesto que dan hipersensibilidad en tus sentido y te da más calor….

De esos días de calor de los cuales las señoras ex-menopáusicas se cagan de la risa…

Y por supuesto que después de esta comparación, habrá aquel moralista que me juzgue de pelado, y tiene razón, pero yo también tengo razón…

De esos días en los que los más fervientes hombres que exigen justicia, simplemente desaparecen, porque ni el video de Rosemberg es capaz de hacerlos salir con este clima, eso si la indignación se lleva en el corazón….

De esas huevas que al abrir los ojos en lo primero que pensas es en reportarte enfermo para no trabajar y subir a la terraza a huacaliarte…

De esas huevas en las que llegas al trabajo y ni trabajo hay, pero te haces la bestia disque trabajando y eso te desespera mas…

De esas huevas en las que los mecanicos no encuentran ni a vergazos la llave 12…

A pesar de que siendo las 3.00 P.M. el cielo pinta una lluvia amenazante…

y en tu mente suena: ”Parece que va a llover el cielo se está nublando”

¿Hay dos sociedades en Guatemala?

Edelberto Torres Rivas

La raíz de la crisis guatemalteca no está (solamente) en la economía o en la política. En la situación actual, la crisis es la manera de cómo la sociedad, que es en esencia el conjunto de relaciones interpersonales, va produciendo en la gente la pérdida de las certezas naturales, de las conductas predecibles, del respeto a normas y valores que se internalizan en el hogar y en la escuela. El deterioro viene desde la época del conflicto armado -un brutal escenario sangriento con la mayor impunidad- y es visible en la manera en cómo "la vida en el país se ha vuelto insoportable en todos sentidos", sobre todo para la gente de menos recursos: "inseguridad objetiva que ha producido una grave inseguridad subjetiva": la sensación de estar siempre al borde de la muerte, o de caer en una mayor pobreza, de que el mañana será peor, en medio del abuso o la desatención de las autoridades, escasez de bienes públicos, efectos de discriminación y en general, malos tratos de los que están (ligeramente) mejor, además de hambre, huracanes, desigualdades, lluvias, deforestación, impunidad, drogas.
Se ha producido ya una situación de anomia colectiva, que es una dificultad para reconocer las normas y los valores que rigen la vida en comunidad. Hemos perdido la sensibilidad frente al dolor ajeno, ¿cómo se reacciona frente a la noticia de 3 niñas violadas y brutalmente asesinadas… o a la de 15 homicidios diarios?; nos movemos entre la indolencia moral y el cinismo de la indiferencia; nos refugiamos en las excusas más egoístas al decidir sobre la vida en sociedad, carecemos de sentido de futuro. A la explicable obsolescencia del horror del pasado, "se advierte un desvanecimiento del futuro como un horizonte con sentido", algo esperado; hoy día se vive el presente con desesperación que alimenta imágenes sin futuro, o una visión negativa del mismo. ¿Por qué hacemos este diagnóstico sobre el guatemalteco promedio?
Porque creo que está (estamos) en crisis la personalidad del guatemalteco, su naturaleza íntima, que se forma en un "clima de ilegalidades y abusos, actos de fuerza que más que castigados, son premiados por la sociedad". En la sociedad, el matón es el héroe; con un Estado que no nos sirve, ineficaz, y una élite de millonarios egoístas, sin planes para hoy o para mañana, indiferentes a los imperativos de la equidad con la que hay que desarrollar las relaciones laborales. Han sido muchos los ciudadanos, conocidos por honestos, como buenas personas, que hoy día al acceder a situaciones de mando y/o donde se manejan recursos públicos, practican la violencia, el abuso, el aprovechamiento ilegal. Es entonces cuando las facetas más negativas de su personalidad tienden a manifestarse. Sorprende, por ello, que las formas más inverosímiles de corrupción surjan cotidianamente y por todos lados de la actividad pública.
Es preciso calificar bien esto. Se trata de una incierta condición en que se ha generalizado la creencia de que todos los valores han perdido fuerza, se han relativizado. En situaciones de crisis generalizada el buen hombre cambia y es elementalmente corruptible, violento, arbitrario.
Abusa no porque necesariamente ha sido abusado sino porque si no lo hace, pierde. No es inmoral sino amoral, pues no opta sino actúa; los límites de lo legal o ético se borraron. El dinero fácil atrae y el número de los que delinquen va en aumento.
Vivimos en un clima donde lo penado es lo normal. Max Weber, pensando en sociedades que se retrasan como Guatemala, dice que "El dominio de la absoluta inescrupulosidad es la búsqueda de intereses egoístas para hacer dinero, que ha sido precisamente un rasgo muy específico de aquellos países cuyo desarrollo capitalista ha permanecido ‘rezagado’ de acuerdo con las pautas de desarrollo occidental" (La ética protestante y el espíritu del capitalismo).
Del funcionario público, cualquiera que sea su categoría, se espera desde la mala atención, la coima menor, hasta el acto más corrupto y arbitrario. Entiéndase bien, lo que estoy señalando es la fácil: "corruptibilidad" que en tiempos de descomposición social cambia al hombre honrado.
Se produce un efecto de proyección que es el mecanismo de defensa por el que el sujeto que delinque atribuye a otras personas los propios motivos, deseos o emociones. Se ha manoseado por tanto tiempo la independencia o la honradez de instituciones o personas que ya el ciudadano común no puede imaginar que aún existan. "Esa es la raíz de la crisis: la desconfianza total".
Dos aspectos son síntomas graves: la "democratización" de la criminalidad y el aumento de los que no creen en el futuro. El número de personas que hoy día delinque va en aumento. De 330 pasamos a 615 actos de extorsión, en el primer trimestre de 2008 y 2009; un tercio de los alcaldes del país han cometido más de un delito en 2008; en 12 horas se roba un promedio de 30 autos; aumentan los asaltos en los barrios y crece exponencialmente el número de personas que no resisten las ofertas del narcotráfico. En dos encuestas recientes se pregunta sobre ¿cómo cree será su vida en 2 años más? Y el 60 por ciento dice "muy mal"; y ¿dentro de una década?, y responden que será peor. Esto revela una ausencia de futuro, un abyecto conformismo.
Aumentan los delincuentes y los pesimistas. Ya nos acostumbramos a leer, con falsa vergüenza, que ocupamos los índices internacionales más bajos en aspectos sociales, de educación y cultura, salud, bienestar, etcétera.
Las causas son muchas y quedan para una segunda parte. Ahora sólo quería afirmar que esta vez la crisis, por su gravedad, sólo es un oscuro y prolongado pasado. El país ha atravesado muchas dificultades, esta es la primera vez en que resulta difícil ver una salida. Una opción viable, posible, efectiva. En esta ceguera reside la magnitud de la crisis. Hay dos Guatemalas sin duda.
Hemos hablado de una de ellas.