miércoles, 27 de julio de 2011

El Nacimiento de mi hija (un año despues)

Son los últimos días del mes de Mayo del 2010, mi esposa ya no da una mas… Mi futura hija, supongo ya no cabe o aguanta tal apretazón, empieza a dar sus primeros tanes de anarquía. Parece que hay contracciones, y serenamente me dispongo a tomar el tiempo de intervalo entre cada una. Mi esposa camina de un lado a otro como león enjaulado, solo que se sostiene la parte de atrás de la espalda, eso que algunos llaman la región lumbar. Las contracciones suelen ser a cada tres minutos. Llega un momento de la madrugada en el que mi esposa me exige ir al hospital (maternidad del IGSS de Pamplona) llegamos, obviamente no me dejan pasar, me tengo que quedar esperando… Viene de regreso, aparte de ahuevada, como la gran puta, simplemente nos mandaron a la mierda, todavía no es hora. Regresamos a la casa, tratamos de dormir pero no se pudo. Llega la mañana siguiente y seguimos en las mismas, pobre mi esposa, esto sí es una cara de parto real, lo demás son pajas… pasado el medio día, nos disponemos a regresar a Pamplona, llevamos la convicción de quedarnos, esta vez la atienden y pues no la mandan de regreso a casa, simplemente la ponen a caminar y caminar, todo esto sucede adentro de las instalaciones, cosa que no vi, yo simplemente expectante, sentado en la banca, a la par de los policías o agentes de seguridad, encargados de mandar a la chingada a cualquier individuo que pretenda entrar, sin ser médico, tener panza de embarazo, o llegar con la fuente reventada…

Cuantas cosas no vi, en todo ese tiempo que para nosotros fue toda una eternidad. Vi como de no haber mayor gente, por el horario de visita eso se ponía más alegre que paca en domingo. La elaboración de las colas de entrada de visita, hombres y mujeres por separado. Unos tristes, otros alegres, otros más tremendamente ahuevados. También veo como existe la típica vieja que llega como media hora antes y va cargando como con tres canastos de regalos, para cada uno de los empleados del centro hospitalario, en especial el del agente de seguridad de la puerta principal. Esto le garantizara que este primero en la cola y sin necesidad de estar parada. Todo el resto de regalos simplemente no funcionan, ya los médicos y todo el personal del lugar están acostumbrados a estos actos de mamonearía y ya no les cala. Al mismo tiempo puedo ver como el resto de la cola se emputa. Finalmente mi esposa no está aun ingresada, no debo de hacer la cola, en efecto mi esposa esta en ese pasillo donde ponen a caminar a todas la que no están listas, yo personalmente lo bautice como el caminantodromo. Una detrás de la otra hasta que llega el momento final. Después de 4 horas regresa mi esposa, yo la miro igual, la misma cara, la misma panza, la misma desesperación…

Por supuesto múltiple gente me llama, todos amigos y que con esas llamadas me confirmaron su amistad, Ceci de Mata, Mis compadres, mis mamas, mis tíos, amigos de mi esposa . En fin, fueron muchas llamadas y espero no ofender a muchos si no los nombro, no es nada personal.

Le trato de contar un poquito de todo lo sucedido a mi esposa y vuelve a entrar, ya que se salió sin permiso, y yo nuevamente me quedo en la parte de afuera del hospital, viendo todo lo que sucede a mí alrededor. Bebes y mas bebes, una imagen como de la película “hormiguitas” cuando seleccionan que va a ser cada hormiga si obrero o soldado, uno detrás del otro.

Así como yo, hay unas 4 personas más, ya somos amigos, una de esas personas es una señora que me cuenta que viene desde una aldea de Jutiapa, en taxi, porque no le convence lo que hay cerca en el pueblo. Prefiere hacer el esfuerzo de venir hasta la capital, porque el nacimiento de su primer nieto no fue una buena experiencia, según ella en la capital dan mejor trato. Me cuestiona inclusive, casi regañándome por no llevar a mi esposa al centro de la zona 6. Dicen que ahí es mejor… Aparte de esto tratamos temas de índole general, como olvidar el vergueo que ocasiono el Pacaya y Agatha, creo que esto fue un presagio de lo chingona que salió mi hija.

Ya cayendo la tarde llega uno de mis mejores amigos, el Seco, cuando lo miro, creo que encuentro a alguien con quien comentar y platicar tranquilamente, me dice si estoy tranquilo y si estaba tranquilo, a pesar de que en ese momento también era una locura ver salir a una y otra mujer con un nuevo humano, ver cómo, así como yo, había un chingo de hombres esperando a su mujer y su nuevo hij@, en particular recuerdo a un cuate que casi llego al mismo tiempo que nosotros, solo que él nunca se sentó, de repente lo llaman por el auto parlante, sale una doctora y le dice, mire todo está bien, en ese momento la cara le cambia por completo a un estado de alivio que en milésimas de segundo cambia cuando le dicen que son gemelos… simplemente no sabía que el paquete venia doble. Agacha la cabeza pero con la misma se despabila y llama a su mamá. Le comunica que ya nacieron y son dos bebes… la expresión de ¡Queeee! de la doñita la oigo yo y eso que estoy como a tres metros… el simplemente dice, si mamá son gemelos, cuelga y levanta la cara al cielo, tal cual foto de Baldizon, como pensando, me va a llevar la chingada.

Para ese momento, mi amigo decide irse y después aparece otro amigo, Huicho, casi mi primogénito, solo que ese no lo engendramos con mi esposa. Este llega y se pone a platicar también, de esas platicas que no tienen nada constructivo pero que pretenden dar aliento moral. Al poco tiempo llega mi suegra, asustada, quiere entrar, no la dejan, finalmente se sienta y a esperar, después llega la tía de mi esposa, y así formamos un grupito, la espera es más amena, nadie nos da noticias de nada, pero estamos tranquilos ya que mi amiga Lucia, está trabajando en ese centro hospitalario, y gracias a la tecnología me mantiene informado a través de mensaje s de texto.

Platicamos de todo, de lo duro que es parir, de lo desesperante, de lo mal que atienden en el IGSS, de la alegría, de todo… poco a poco la noche va entrando, así como aquello se lleno de gente se va vaciando, ya solo quedamos nosotros, sentados en la banca a la par de la recepción, oyendo a Marco Antonio Solís y Bronco, sintonizados en la Picosa, gracias a un radio de transistores que tienen para hacer más amena la velada del agente de seguridad. Ya cuando son aproximadamente las 8.30, les digo que llego el momento de retirarnos, y todos me dicen está bien. Pero nadie se mueve un milímetro. Espero unos 20 minutos y vuelvo a insistir; mi suegra dice que ella no se va a ir, pero no cuenta con que ahí no está permitido que se quede nadie, sale el poli y lo confirma, a mi suegra no le importa, tiene planeado tratar de convencerlo para que la deje entrar. Yo voy a pedir un teléfono a donde llamar para que me den información, me los proporciona y aparentemente nos vamos, mi suegra y su hermana se suben al carro, pero no accionan el motor, según ellas, esperaran a que me vaya, para bajar de nuevo y tratar de ejecutar su plan, yo me bajo del carro y les digo que quiero ver que se vayan, puesto que no quiero que nos vean como esa gente necia. Yo entiendo que el amor de madre ciega eso, pero lo bueno que yo no soy madre. Finalmente entiende que no me pueden babosear y nos vamos.

Obviamente camino a la casa, sé que no hay quien me haga cena, paso a comprar comida, veo que una cerveza se ilumina, y decido comprarla, finalmente con eso me voy a bajar la cena, y además es una especie de pre celebración. Obviamente no me puedo dormir, y me quedo viendo tele, finalmente creo que a eso de las 3 de la mañana el sueño pudo conmigo, pero poco después entra un mensaje que me despierta y que me anuncia que nació mi hija…

Me levanto muy temprano, porque no me van a dejar entrar al hospital hasta el momento de visita, entonces decido ir a trabajar en lo que ese horario llega. Finalmente me dirijo al hospital, ahí me encuentro a una amiga de mi esposa que también llega a verla, estuvo al pendiente también y ahora se ha ganado mi amistad. Entramos hacemos las respectivas colas, traspasamos el puesto de registro. Me indican donde esta mi esposa, me dirijo al lugar. Una habitación como con diez camas, habitadas por diez felices madres, los gritos de algunos niños. Pero inmediatamente veo la radiación de mi hija y mi esposa linda. Irradia felicidad, mi hija está tomando pecho: Y de aquí para acá puedo decir que esto es lo mejor que me ha pasado en la vida… Mi hija.

En este documento quiero agradecer tambien a toda esa gente que nos ayudo a que este viaje que por el momento lleva un año sea placentero, a pesar de todo lo dificil que pueda implicar estar en el. Especialmente quiero agradecer a Lisa Samayoa, Alejandra Samayoa, Gaby Samayoa, Lucia Samayoa, Evelin Samayoa, Erick Pinzon, Doña Irma y su hija Heidy, a la doctora Iriarte, Elles Monde, a Ceci de Mata y a las respectivas abuelas. Estaré infinitamente agradecido, ya que puedo decir con certeza que no hay bien material que pueda compenzar su ayuda…

miércoles, 18 de mayo de 2011

La exigencia de valores es proporcional a lo que se sembró.

Me emputa tanto el hecho de que en los últimos años, un vergazo de adultos, sin darse cuenta, han proporcionado la consigna mediática para mi mas detestable, si esa de “Los Valores Perdidos”. Con qué derecho y que solvencia se sienten para exigir, cuando de una u otra manera ustedes eran los responsables de transmitir los mismos. El resultado y consecuencia de esta juventud son fruto de los que ustedes sembraron; Es evidente que para transmitir y enseñar valores, simplemente hay que demostrarlos y aplicarlos; y actualmente vivimos con una sociedad adulta que está muy mal en ese sentido. Cuantos preceptos hubo para cambiar la vida de los jóvenes. Con esas típicas frases de “Yo voy a luchar para que tengas todo lo que yo no tuve”, acaso tan mala fue su niñez, juventud y el presente para ustedes, tan malos fueron nuestros abuelos, porque se extraña tanto sus tiempos entonces.

Mientras ustedes bailaban al compas de esas frase, fueron formando una generación que solo tenía por obligación “Dormir, comer, cagar y estudiar” y bajo esta excusa solo se encargaron de exigir resultados mientras no enseñaron a cómo conseguirlos, como trabajarlos, es por eso que ahora solo estamos acostumbrados a dar resultados sin importar la forma, la vía, el medio. Acostumbrados a que, si un honrado viene y se te pone al medio, simplemente hay que sacarlo del ruedo; aquí gana el cabron, no el inteligente. Por eso es que Fulanito de Tal, de tan prestigiosa familia ahora es un delincuente, un narco, un marero o simplemente lo mataron por andar en algo.

Se hicieron de la vista gorda con muchos de los problemas que afectaron en su juventud a toda una sociedad; y cuando el niño pregunto, optaron por decir que hiciera “shhhh” que de eso no se habla, que hablar de eso y aquello es peligroso, y con eso se quito la responsabilidad de aclarar muchas situaciones que en su momento nos hubiesen limpiado el panorama y saber dónde estamos parados. Al contrario, con esto solo reprimieron muchas mentes, quisieron tapar el sol con un dedo, porque ustedes si tenían miedo, miedo a la derrota, a la crisis, al comunismo, al policía, al kuke, al guerrillero, total que importa el nombre si de todos modos para ustedes es lo mismo “miedo”.

Nos enseñaron a sentir vergüenza por el hermano, por el indígena. A sentir lástima por el menos favorecido, por el marchante, por el tendero, a platicar con el encargado para que “nos eche una manita”. A migrar a otro país para poder hacer dinero, ya que aquí no se gana igual “avaros” lo que pasa es que no querían trabajar porque les da vergüenza que los miren limpiar.

Eso sí para conseguir lo que quieren, “hijos exitosos” no tienen miedo de nada, querían que fuera lo que ustedes quieren, estaban dispuestos a todo pero no lo lograron, solo dejaron pasar una y mil tonterías y barrabasadas, ahora lloran diciendo lo bueno que eran, que iban a la iglesia. Mentiras, eso es lo que una vez más ustedes quieren ver.

De lo que no se quieren dar cuenta es que nos heredaron un país sumido en la peor de las catástrofes, que por más que no nos metamos con nadie, nadie se mete o da un quetzal por nosotros, a menos que entremos en ese rol corrupto al que tan bien juegan, ese que permite divorcios inmorales, pastores renunciando por un hueso, muertes a cambio de subir puntos en encuestas, a conseguir con cuello títulos académicos y puestos importantes, para después presumirlos como grandes logros y hojas de vida politiquera, a no tener ideología y migrar como prostituta de un partido a otro, se apelan a ustedes mismos abogando por un plano familiar que no formaron por trabajar, y por si esto fuera poco ahora nos usan como parte de su estrategia porque ya se dieron cuenta que ustedes van saliendo y nosotros somos el futuro.

Por eso señores adultos, sáquense esa idea de que necesitamos valores, la juventud en general ahora estamos aprendiendo a vivir, con todo eso que ustedes no quisieron transmitir, los valores se tendrán que redefinir, puesto que con las ruinas que dejaron, ya el miedo sobra, ya no se puede caminar igual. El mundo cambio, el país cambio. La mayoría de ustedes ahora se ampara en nuevas iglesias con un mismo Dios, y está bien… recen y pidan por nosotros porque lo vamos a intentar, no es presunción es nuestro deber y simplemente esperamos hacerlo bien.

viernes, 29 de abril de 2011

Ser puta no es cosa facil

Ser puta no es cosa fácil…

Partiendo desde mi punto, desde hace años, siempre he pensado que el noble trabajo de la prostitución siempre se lleva los peores laureles, a pesar de su constante permanencia a través del tiempo, no por algo tiene el mote de la profesión más antigua del mundo, y no logro explicarme porque con senda antigüedad la sociedad no ha logrado darle una milésima de su nicho moral. Muy probablemente es muestra de la sociedad machista en la que vivimos y crecimos, a pesar de los grandes esfuerzos de mujeres y hombres por superar esto. Es mas me atrevería a decir que un buen porcentaje de la existencia de esta labor se debe a ese machismo.

Pero dígame usted, no ha de ser nada fácil, echarse al cuerpo a por lo menos mas de cinco hombres diarios, encima de todos hacerles sentirse amados, relajados, complacidos, dejar que penetren y toquen tu cuerpo y tu integridad física, soportar sus cuerpos cuando no son deseados, al final exigir la paga y que encima de todo corras el riesgo de no complacer al cliente… Me imagino que en este preciso negocio eso de “El cliente tiene la razón” simplemente a la mierda. Por lo menos si yo fuera puta nel…

Dos, desde mi punto de vista machista (ojo yo no soy machista porque quiero, así me criaron y hago todo el esfuerzo por no serlo), creo que es una profesión que requiere muchos requisitos que no cualquiera puede cumplir, puesto que para desempeñarse en esta profesión, algo bonito se tiene que tener, cuerpo, cara, piernas, culo, vaya pues la personalidad, aunque sea.

Si no cualquier cerote si hiciera puta en lugar de narco, aunque por alguna extraña razón (las más comunes, alcoholismo y drogadicción) estas no llegan a acumular riqueza ni poder. Se imaginan como a de ser trabajar por primera vez como puta, ya sea porque se quiso, o porque te obligaron. Ha de ser una decisión tan difícil como cuando la niña de casa decide perder la virginidad en un acto prematrimonial… y supongo que después han de llorar o tener la misma post-depresión. Llorar postrada en la cama… que duro solo de pensarlo me da cosa dijo el Dr. Chapatin.

Muy probablemente habrá mujeres a las que finalmente les termina gustando o principian porque son ninfómanas, esos son otros veinte pesos. Es más me acabo de dar cuenta que no se por qué razón me refiero a la prostitución como oficio exclusivo de las mujeres cuando también hay hombres y homosexuales que se dedican a esto. En fin, este post solo lo elaboro como opinión y tratando de alguna razón reconocer que no cualquiera… y de mi parte mi sincero respeto.