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miércoles, 18 de mayo de 2011

La exigencia de valores es proporcional a lo que se sembró.

Me emputa tanto el hecho de que en los últimos años, un vergazo de adultos, sin darse cuenta, han proporcionado la consigna mediática para mi mas detestable, si esa de “Los Valores Perdidos”. Con qué derecho y que solvencia se sienten para exigir, cuando de una u otra manera ustedes eran los responsables de transmitir los mismos. El resultado y consecuencia de esta juventud son fruto de los que ustedes sembraron; Es evidente que para transmitir y enseñar valores, simplemente hay que demostrarlos y aplicarlos; y actualmente vivimos con una sociedad adulta que está muy mal en ese sentido. Cuantos preceptos hubo para cambiar la vida de los jóvenes. Con esas típicas frases de “Yo voy a luchar para que tengas todo lo que yo no tuve”, acaso tan mala fue su niñez, juventud y el presente para ustedes, tan malos fueron nuestros abuelos, porque se extraña tanto sus tiempos entonces.

Mientras ustedes bailaban al compas de esas frase, fueron formando una generación que solo tenía por obligación “Dormir, comer, cagar y estudiar” y bajo esta excusa solo se encargaron de exigir resultados mientras no enseñaron a cómo conseguirlos, como trabajarlos, es por eso que ahora solo estamos acostumbrados a dar resultados sin importar la forma, la vía, el medio. Acostumbrados a que, si un honrado viene y se te pone al medio, simplemente hay que sacarlo del ruedo; aquí gana el cabron, no el inteligente. Por eso es que Fulanito de Tal, de tan prestigiosa familia ahora es un delincuente, un narco, un marero o simplemente lo mataron por andar en algo.

Se hicieron de la vista gorda con muchos de los problemas que afectaron en su juventud a toda una sociedad; y cuando el niño pregunto, optaron por decir que hiciera “shhhh” que de eso no se habla, que hablar de eso y aquello es peligroso, y con eso se quito la responsabilidad de aclarar muchas situaciones que en su momento nos hubiesen limpiado el panorama y saber dónde estamos parados. Al contrario, con esto solo reprimieron muchas mentes, quisieron tapar el sol con un dedo, porque ustedes si tenían miedo, miedo a la derrota, a la crisis, al comunismo, al policía, al kuke, al guerrillero, total que importa el nombre si de todos modos para ustedes es lo mismo “miedo”.

Nos enseñaron a sentir vergüenza por el hermano, por el indígena. A sentir lástima por el menos favorecido, por el marchante, por el tendero, a platicar con el encargado para que “nos eche una manita”. A migrar a otro país para poder hacer dinero, ya que aquí no se gana igual “avaros” lo que pasa es que no querían trabajar porque les da vergüenza que los miren limpiar.

Eso sí para conseguir lo que quieren, “hijos exitosos” no tienen miedo de nada, querían que fuera lo que ustedes quieren, estaban dispuestos a todo pero no lo lograron, solo dejaron pasar una y mil tonterías y barrabasadas, ahora lloran diciendo lo bueno que eran, que iban a la iglesia. Mentiras, eso es lo que una vez más ustedes quieren ver.

De lo que no se quieren dar cuenta es que nos heredaron un país sumido en la peor de las catástrofes, que por más que no nos metamos con nadie, nadie se mete o da un quetzal por nosotros, a menos que entremos en ese rol corrupto al que tan bien juegan, ese que permite divorcios inmorales, pastores renunciando por un hueso, muertes a cambio de subir puntos en encuestas, a conseguir con cuello títulos académicos y puestos importantes, para después presumirlos como grandes logros y hojas de vida politiquera, a no tener ideología y migrar como prostituta de un partido a otro, se apelan a ustedes mismos abogando por un plano familiar que no formaron por trabajar, y por si esto fuera poco ahora nos usan como parte de su estrategia porque ya se dieron cuenta que ustedes van saliendo y nosotros somos el futuro.

Por eso señores adultos, sáquense esa idea de que necesitamos valores, la juventud en general ahora estamos aprendiendo a vivir, con todo eso que ustedes no quisieron transmitir, los valores se tendrán que redefinir, puesto que con las ruinas que dejaron, ya el miedo sobra, ya no se puede caminar igual. El mundo cambio, el país cambio. La mayoría de ustedes ahora se ampara en nuevas iglesias con un mismo Dios, y está bien… recen y pidan por nosotros porque lo vamos a intentar, no es presunción es nuestro deber y simplemente esperamos hacerlo bien.